Taberna Pedraza

Presentación

Santiago Pedraza y Carmen Carro, marido y mujer, están respectivamente detrás de la barra y ante los fogones de Taberna Pedraza. ¡Y benditos sean! Porque, todo, to-do, es absolutamente perfecto en este establecimiento madrileño: el trato; la decoración que combina maderas, dorados, tonos cálidos y un original composición en el suelo de mármoles de colores diferentes. La banda sonora de fondo, envolvente. Y, cómo no, la cocina. O podemos decir, COCINA, con mayúsculas.
La sensación que ofrece Taberna Pedraza es la de comer en casa de aquella tía que cocina exquisitamente platos de toda la vida. Platos que hemos probado mil veces, en mil sitios diferentes, pero que aquí son más, o mejor dicho lo más. En definitiva, estamos ante una carta de tapas tradicional, pero cuando probamos los platos tienen un no-se-sabe-qué que marca la diferencia. Imposible, por ejemplo, resistirse a la cecina de vaca vieja (24 meses de curación), de corte finísimo y de un color que nos vuelve la boca agua antes siquiera de hincarle el diente. También se merecen una reverencia los mejillones tigre de la casa (los llaman “felinos”), las bravas, la ensaladilla de la Carmen y las croquetas de jamón de bellota. Pero la joya de la Taberna Pedraza es la tortilla de Betanzos con huevos de corral de gallina joven.

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